Su madre era prostituta en el distrito de Stohess, en un club. Nunca supo quién era su padre, tan solo que debía de pertenecer a Policía Militar en el muro Shina.
Vivía bajo constante violencia. Su madre siempre le repitió que la tuvo para poder sacarle dinero a la Policía Militar, aun sin saber cuál de todos era su padre. Como este método no la llevó a ningún lado debido a que pocos la creyeron, comenzó a golpearla y a obligarla a mirar mientras ella se tiraba a los policías. También sufría numerosos ataques de otras prostitutas, así como de los clientes.
Tiene varias marcas de cigarrillos a lo largo de su cuerpo (en el medio de la espalda tiene 3 formando un triángulo, en la parte superior del brazo derecho tiene uno y junto al ombligo tiene otro). Harta de soportar todo aquello, huye con el poco dinero que pudo robarle a un Policía mientras este se tiraba a su madre, a la edad de 9 años.
Se metió dentro de un carro de animales e hiervas y viajó hasta un pequeño pueblo dentro del muro Rose. Se bajó del carro e inspeccionó el lugar, con tan mala suerte de que el carro se había ido. Por lo que tuvo que buscar un lugar donde poder dormir.
No podía gastar el poco dinero que tenía en tonterías, por lo que comenzó a robar comida en el mercado del pueblo.
Se pasó haciendo eso y durmiendo en callejones unas tres semanas, hasta que su pequeño cuerpo cayó enfermo. La fiebre y el hambre la hicieron perder un poco la cabeza y comenzó a deambular por el mercado, hasta que su cuerpo no pudo más y se desplomó.
Se despertó en una cama, y con un paño húmedo en la cabeza. Unos señores la habían recogido.
Estos eran curanderos. Creaban medicinas y ungüentos a partir de las hierbas medicinales que ellos cosechaban. Ella no había sido la única a la que habían rescatado. También había un niño un año mayor que ella, que también había tenido mala suerte con su familia y ellos lo acogieron.
Estuvo con ellos hasta la edad de 15 años, edad en la que se alistó en el ejército junto a Maël, que tenía 16 años.
A parte de toda la cruel vida que tuvo, las cosas no fueron demasiado a mejor desde que se fugó de casa.
Cuando tenía 13 años, le bajó la regla con increíble dolor. Así cada mes, con dolores que solo las medicinas de Abraham y Mirla podían aplacar. Dolores que la impedían hasta levantarse y mantenerse en pie, por lo que la idea de alistarse en el ejército no tenía cabida con aquello.
Ni Abraham ni Mirla supieron el porqué de quererse unir al ejército. Ellos ya les habían dicho a ambos que no había problema en que se quedasen con ellos, pero ambos, con sus motivos lo hicieron.
Jade se quería unir al ejército por la simple libertad, por lo que sabía perfectamente que escuadrón elegiría. Y Maël… él se unía por ella.