— Escúchame, mocosa— enfatizó el apodo—. Ahí fuera importa una mierda tu pasado. Cuando mañana salgas ahí y te encuentres con un grupo de titanes, los exterminarás. Si te dicen que estas a cargo de un grupo de gente aceptarás, y tomarás las decisiones correctas para que el mayor número de personas sobreviva, ¿entendido?
Jodie asintió suavemente.
Levi la agarró por el mentón y la obligó a mirarle. No tenía claro que lo hubiese entendido correctamente.
— Si me entero que por tu culpa mis hombres han muerto, ser devorada por un titán sería la muerte menos dolorosa para ti.
Y con esas últimas palabras la soltó y se fue de allí, dejándola temblando contra la pared.
Al día siguiente la mitad de los soldados salieron a patrullar la zona y asegurar una ruta de suministros. Se dividieron en cuatro grupos; Norte, Sur, Este y Oeste. Abarcarían los cuatro puntos cardinales para mayor seguridad, aunque eso conllevase englobar menos terreno.
Las órdenes eran claras: Si alguno de los grupos se topaba con titanes, lanzarían las bengalas de acuerdo al plan, para que así los soldados que estuviesen en el refugio fuesen a ayudarles en caso de emergencia. Por otro lado, existían órdenes que, si la situación era propicia, se capturase a algún titán para que la líder del cuarto escuadrón, Hanji, pudiese llevar a cabo más experimentos, pero esta decisión sería tomada exclusivamente por el líder del grupo en cuestión, y bajo la responsabilidad que eso conllevaría.
Salieron al amanecer. Jodie había sido asignada al grupo Este y estaba bajo el mando de la Capitana Hanji.
El terreno parecía tranquilo. No se escuchaban pasos, ni ningún tipo de ruido que pudiese alertarles de la presencia de algún titán cercano. Aun así nadie bajaba la guardia. Todos sabían cómo era aquello; no parecía que pasase nada hasta que, de repente, los compañeros a tu derecha estaban siendo engullidos por titanes.
Jodie estaba atenta a cualquier cambio en el paisaje, a cualquier movimiento. Tenía los cinco sentidos, tal vez la amenaza del Capitán Rivaille había tenido suficiente efecto como para, por primera vez, preocuparse por las personas a su lado.
— ¡Titanes Clase 3 y 7 acercándose por la izquierda!
Una bengala de color negro fue disparada por el mismo que había gritado.
— ¡Son anormales!
— ¡Todos atentos!—gritó la líder— ¡Nos acercaremos a máxima velocidad al pequeño bosque que hay más adelante para afrontarlos!
Todos comenzaron a cabalgar lo más rápido que sus caballos les permitían obedeciendo las órdenes. Cuando llegaron al pequeño bosque los que se encontraban a la retaguardia del grupo comenzaron la batalla con el EDM3D. Jodie estaba el grupo del medio, junto con la Capitana. Esperaba órdenes de atacar cuando un par de soldados fueron capturados por los titanes.
— Que los dos sean anormales ya es mala suerte—pensó en voz alta Hanji— ¡Atención! ¡Los del frente intentad distraer al titán de Clase 3 sin enfrentaros a él si no es necesario! ¡Los demás a por el de 7 metros con la formación ofensiva!
Bajo esas órdenes, Jodie se preparó para atacar desde el lado derecho como apoyo.
— Están tardando demasiado.
Erwin permaneció en silencio ante aquella afirmación. El Grupo del Este había lanzado una bengala negra hacía casi una hora, y los refuerzos habían ido a ayudarles, pero era extraño que se tardasen tanto a esa distancia. Los demás grupos ya habían regresado hacía media hora, por lo que; o las cosas habían salido realmente mal o Hanji había dado la orden de capturar a alguno de los titanes. Cualquiera que fuese la respuesta, estaba mosqueando a Levi.
— ¡Escuadrón del Este avistado!—gritó un soldado desde una de las torres de vigilancia.
Ambos hombres continuaron esperando en silencio a que los soldados apareciesen. A los pocos minutos los caballos iban llegando al refugio. Erwin mantenía el semblante serio ante lo que veía: más de medio escuadrón, contando con los refuerzos, habían sido aniquilados. Levi por su parte fruncía el ceño, esperando a que Hanji apareciese para darle el reporte de lo sucedido.
La comandante se hizo ver en las últimas filas del escuadrón, empapada en sangre y cargando con alguien a sus espaldas.
— ¡Que alguien me ayude aquí, rápido!—gritó en cuanto atravesó la puerta del refugio.
Rápidamente varios soldados con formación médica se acercaron a ella, al igual que Erwin y Levi al escucharla gritar.
— Se desmayó después de caer al suelo y todavía no ha despertado. Respira con dificultad y tiene una herida abierta en la pierna izquierda—comentó rápidamente a los médicos desde la cima de su caballo. Levi observó la situación. Hanji parecía no estar herida y el soldado que llevaba a sus espaldas le mostraba cuan de mal había resultado la misión.
— ¿Qué ha pasado?
— Nos hemos visto sorprendidos por dos titanes excéntricos al mismo tiempo, luego han aparecido dos más normales de Clase 5 y 13 cuando por fin habíamos acabado con ellos con la mitad del escuadrón en pie—paró un momento lamentándose por todas esas muertes, en su mayoría de soldados inexperimentados—. La mitad de los refuerzos fueron eliminados porque estaban en su mayoría exhaustos, por lo que el rendimiento contra los otros dos fue mucho más bajo. Si no llega a ser por Jodie, tal vez no estaría hablando con vosotros en este instante.
Aquella declaración de Hanji los acababa de dejar helados. Se podía notar que las bajas habían sido altas, pero no hasta el punto de haber perdido a dos tercios de los nuevos soldados. Y el que dos excéntricos hubiesen aparecido al mismo tiempo, siendo apoyados posteriormente por otros titanes parecía de lo más extraño.
A parte de todo eso, la última frase de la Capitana los había dejado bastante desconcertados. Hanji era inconsciente en muchas ocasiones al tratar con los titanes, pero dejaba a un lado sus excentricidades si la vida de sus soldados estaba en peligro, por lo que la situación había sido mucho más grave de lo que podrían haber predicho.
— ¿Gracias a la mocosa?—preguntó Levi sin mostrar más que un poco de sorpresa en su tono de voz.
Hanji se bajó del caballo y se sentó en el borde del pozo que había cerca, exhausta.
— La mitad de mis hombres estaban distrayendo a uno de los titanes mientras que la otra mitad se encargaba del otro. Me vi en la situación de elegir a cuál de los dos grupos ayudar primero sin darme cuenta que el primer titán me había puesto en su punto de mira al haber sido la única en hablar. Un comportamiento que nunca antes había visto—Hanji miró al suelo, intentando encontrar una solución a las preguntas que se formaban en su mente—. Intentó comerme de un solo ataque, y para cuando me di cuenta, Jodie apareció por la derecha y le cortó la cabeza de un golpe.
— ¿Está herida?—preguntó Erwin.
— Parece que cuando iba a matar al clase 13, este la rozó con la mano, perdió el control del equipo y se dislocó el brazo izquierdo al caer con el contra el suelo.